El soldado de nuevo erguido,

Triunfante para la batalla

Del terreno agreste.

Luego de una enfermedad terrible.

Plasmando la geografía

Del campo de batalla,

Defendiendo del enemigo audaz

Que se levanta contra los elegidos de Cristo.

Valiente que milita de día y de noche,

Estudiando para mejor servir.

Tomando la espada, que no es otra

Que la Palabra de Dios insertada en el corazón,

Según Jeremías 31:33

«Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel

después de aquellos días, dice Jehová:

Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón;

y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo».

«No más Guerra entre Naciones».

Dios mismo levantó una bandera de Paz entre los hombres,

Sellando los corazones de:

«Amor, Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad,

Bondad, Fe, Mansedumbre, Templanza;»

Y como bien dice…

«Contra tales cosas no hay ley».

Ve, soldado de Cristo,

A la batalla de marcar caminos en tu corazón

Y en el de las demás personas,

A tu alrededor y por el mundo.

¡Deseos en oración, de un abuelo a su nieto amado!