Ocaso del Sol
Se va la estrella, otros la admiran.
Se va la luz del sol, otros la reciben.
La que mira se ve los pies,
Apuntados donde se oculta la estrella.
Son pies de una mujer llena de ternura,
Que conoce al Creador del sol.
No por ello adora al Sol,
Más bien a su Creador.
Mujer valiente, que viendo el ocaso,
Permanece firme frente a su ponencia,
Con solo una certeza, que mientras,
Su creador lo permite, aparecerá mañana.
Ella lo mira con fascinación,
Festeja con vino, fruto de la tierra,
En que él, el Sol, ayudo a crecer.
Más Dios fue el que lo hizo florecer.
Tanto uno como otro, fruto y Sol,
Los hizo Dios.
También a Michell, que admira,
¡Él atardecer!
Poema: Davi Blumenthal
Foto: Michell Álvarez Emán
Música: Neide Ferreira
Edición: Davi Blumenthal
www.blumenthal.es