por Contemplar eterno
Abraza alma mía ese inmenso mar.
Abraza y sienta la frescura de la briza,
Que se eleva, viendo la grandeza,
De ese Dios maravilloso que tan bella Creación,
Dejó para que glorifiquemos una y otra vez.
Viajes eternos he vivido en estos tiempos.
Tiempos de ternura de aquellos que me aprecian.
Momentos únicos que serán eternos.
Llevaré mientras viva los años que solo el Eterno,
Sabe que los tengo por delante.
Al servicio del Maestro he vivido largos años.
Ninguno de ellos me he arrepentido de haberlos hecho.
Como lo hizo el mismo Cristo amado,
Que he conocido en juventud.
Cuantos hombres y mujeres han sentido lo mismo,
Dejando tras si testimonio de Su presencia,
Sentidos en cada instante de meditación,
O contemplar su naturaleza.
Viaja alma mía cuanto quieras,
Que en ningún momento dejaré de glorificar,
Al Creador del cielo, mar y tierra,
Y todo lo que en ellos hay.
Bendito sea por siempre jamás,
Bendito sea, amén.
Poema: Davi Blumenthal
Inspiración y Foto: Joaquim Do Nascimento
Música de fondo: Neide Ferreira
